Lagarto ocelado en el Clot

El ocelado es el lagarto de mayor tamaño de la Península Ibérica pudiendo llegar hasta los 75 cm de longitud total. Recibe su nombre por los ocelos azules rodeados de negro que presenta en los laterales, más diferenciados en los machos.

Una de las estrategias de defensa presente en reptiles como el lagarto ocelado es su capacidad para desprender la cola. Esto ocurre cuando se sienten amenazados mediante un mecanismo denominado autotomía caudal. Una vez desprendida, la cola seguirá retorciéndose mediante movimientos reflejos durante unos segundos que con suerte crearán la distracción necesaria para que el lagarto pueda escapar de su depredador y refugiarse. La cola perdida volverá a regenerarse con el tiempo, en la mayoría de los casos, aunque no presentará el mismo aspecto. La cola regenerada suele ser más corta, más oscura y más rugosa que la original.

Aunque es una estrategia natural que le aporta ventajas a la hora de sobrevivir en ciertas situaciones, el desprendimiento de la cola también genera estrés al lagarto ya que es donde acumulan la mayoría de grasas funcionando como un reservorio energético. Por otro lado la herida queda expuesta a posibles infecciones hasta que cierre y la regeneración de la nueva cola supone un gasto energético muy elevado. Además de otras desventajas relacionadas con el desequilibrio locomotor y la pérdida del estatus social.

Este año estamos observando varios ejemplares de ocelado sin cola en el paraje, posiblemente resultado de encontronazos con depredadores, aunque también es posible que hayan sido causados por interacciones humanas ya sea por manipulación directa, por atropello de ciclistas o por animales domésticos. Aprovechamos para recordar la importancia del cumplimiento de la normativa, fundamental para la conservación de nuestra biodiversidad.

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