Pino carrasco

Pino carrasco


Pinus halepensis (Familia Pinácea)


El pino carrasco posee un tronco erguido o tortuoso con tono pardo rojizo y una copa redondeada irregular (cónica en los ejemplares jóvenes). Además sus piñas femeninas son cónicas y de color castaño rojizo.

Se trata pues de un árbol que, aun siendo natural en nuestro territorio, no forma parte de los bosques maduros y estables sino de etapas de degradación de estos. Es frecuente en la mayor parte del paraje, de hecho es el árbol dominante en el paisaje de los montes y lomas del Clot de Galvany debido a las repoblaciones masivas que con él se realizaron en el pasado, ya que es resistente a la sequía y capaz de adaptarse a casi todo tipo de suelo, aunque prefiere los calizos. Algunos ejemplares pueden haber crecido de forma natural en la zona baja de algunos barrancos donde el suelo es más profundo. También se encuentra algún ejemplar en las dunas, también procedentes de antiguas actuaciones de fijación de las mismas.

Posiblemente el abuso de estas repoblaciones ha facilitado la proliferación de incendios que actualmente padece el territorio valenciano ya que se trata de un árbol que se inflama y arde fácilmente, facilitando la dispersión de sus semillas que resisten el efecto devastador del fuego gracias a la dureza de la cáscara que las protege, lo que les permite germinar, tras el incendio, sobre suelos libre de competidores desplazando así a otras especies.

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